29 de septiembre de 2012

La edad

En las anteriores sesiones de psicología del desarrollo, hemos estado hablando de lo que para uno significa esa palabra. Para algunos, la evolución de una oruga en una mariposa, para otros el cambio de una semilla en un árbol y para otros el paso de niño a anciano conteniendo sus fases intermedias. En la última sesión que hicimos salió el tema de la edad. Pese a que soy joven y me relaciono con gente joven, me considero que no soy ni parecida a ellos. Me refiero que según el estereotipo de chica de mi edad no me gustan hacer las mismas cosas que ellos. Por ejemplo, no bebo alcohol ni fumo. Prefiero estar en casa viendo una película o ir otro sitio en lugar de ir a beber alcohol y no acordarme de lo que he hecho al día siguiente. Como dice mi madre estoy "chapada a la antigua". 

A mí no me parece nada raro porque siempre he sido así, no me gusta llamar la atención e intento pasar desapercibida. Aunque en mucho casos ser distinta no es sinónimo de ser malo o bueno, simplemente no me atraen las cosas que se supone que debería hacer con mi edad. Puede ser que no sea así por la infancia que he tenido pero no le veo sentido hacer como que me gusta algo o alguien por el simple hecho de que le guste a los demás, Para gustos los colores. Todo el mundo tenemos nuestras cosas, pero ¿en realidad os aportan cosas buenas beber y fumar? Tengo casos cercanos a mí que no pueden vivir sin tabaco, pero también tengo un caso de una persona que fumaba 3-4 paquetes diarios y logró dejar de fumar. 

A lo que me estoy refiriendo, y me he desviado un poco del tema, es que en esta sociedad como en cualquiera se intentan imponer unos valores y unas etiquetas a la gente que no siempre tienen porque ser así. Cada uno enseña al mundo lo que quiere enseñar, no lo que en verdad es. Yo soy de las que piensan que da igual como seas o que gustos tengas, los amigos o personas que encuentres en la vida te van a querer o a odiar por lo que pienses, NO porque seas más afín a él o no. Por ejemplo, si a Chori no le gustan los afroamericanos y se hace amigo de uno porque Wery le ha dicho que es una persona muy buena y que nunca la va a defraudar, no tiene mucho sentido que le esté engañando porque no solo le engaña al otro, sino a sí mismo. Además, no puede estar mucho tiempo ocultando sus gustos o preferencias. 

Sinceramente, creo que cada uno tenemos nuestras creencias y que los demás deben respetarlas independientemente de que estén de acuerdo o no. Cada uno sigue su camino y no hay que mirar para atrás ni para coger carrerilla.

27 de septiembre de 2012

La educación prohibida

Aunque ya os había dicho antes que didáctica no era de mis favoritas porque dentro de las clases es la más teórica, nos propuso que viéramos esta película que os invito a verla. No solo es para los que pretendan ser maestros o tratar con niños, sino que también nos ayudan a cómo educar a nuestros propios hijos y entenderlos mejor. Porque la educación no solo concierne a los profesores ni psicólogos o pedagogos. 

Los temas de los que tratan también me parecen muy interesantes para desarrollarlos. En el caso de los contenidos de primaria, no distan mucho los de nuestros padres a los que hemos recibido nosotros y serán los mismos que se están dando en la escuela. Con esta sociedad tan tecnológica, los docentes tenemos que ponernos al día porque igual que nosotros nos hemos tenido que acostumbrar al uso de los móviles y ordenadores, ellos lo tiene como punto de partida. Igual que a nosotros se nos hace raro leer cómics, es decir, a lo que se dedicaban nuestros padres. No es malo trabajar en pleno siglo XXI con ordenadores, porque lo queramos o no, la sociedad evoluciona y el docente tiene que ir aprendiendo los nuevos avances porque a los niños/niñas a los que se pretende enseñar se mueven en esa sociedad. 

También es importante el hecho de que se educa para que los niños sean libres e independientes en sus decisiones, para que se acostumbren a la vida y establecer la paz. Pero lo cierto es que se está consiguiendo todo lo contrario: son evaluados con un número y no se tiene en cuenta cómo han evolucionado. Cierto es que cada niño es un mundo y es difícil controlarles y estar pendientes de todos.

El sistema de enseñanza tal vez no sea el adecuado pero quizá el problema no está tan centrado en los niños, sino que también tienen parte de culpa los docentes. Hay muchas maneras de enseñar y, de entre ellas, la más fácil es aquella en la que el profesor se limita a explicar la lección, sin interesarle si los niños han captado el mensaje o no. Para él, son simples números y con ellos pone etiquetas y se espera ciertas cosas de ciertos niños. Educar no solo es explicar la lección sino enseñar a los niños a aprender de forma fácil y divertida para potenciar que los niños quieran seguir estudiando. 


No sé cómo va a ser mi modo de enseñar pero en ningún caso no me gustaría ser la típica profesora que se limita a hablar con la pared y que los niños no aprendan nada. Los niños tienen inquietudes no hay que reprimirlas sino ayudarles a que desarrollen las capacidades que desean en el momento en el que se quiera.